domingo, 29 de noviembre de 2009

Ciudad de Dios: Buenos Muchachos Brasileños



Película: Ciudad de Dios (Cidade de Deus, Brasil, 2002)
Director: Fernando Meirelles
Actores: Alexandre Rodrigues, Luis Otávio, Leandro Firmino, Douglas Silva, Phellipe Haagensen, Matheus Nachtergaele, Seu Jorge, Alice Braga.

Crítica: Una cinta dura, con escenas impactantes; y al igual que muchas cintas que hablan de este tema no se exenta de poder haberse retratado la misma historia en otra parte del mundo. La cinta podría considerársele como la versión brasileña de Buenos Muchachos, ya que no solo habla de temas de la mafia en las décadas, sino que su forma narrativa es igualmente similar, aunque las dos son dos grandezas de películas.
La cinta narra la historia de Cohete (Alexandre Rodrigues) , una persona que desde chico (Luis Otávio) veía la fotografía como su empleo ideal; pero el vivir en la favela más peligrosa de Brasil, la llamada Ciudad de Dios; Cohete tuvo que adaptarse a la inseguridad, la marginación y la violencia de aquella población. Durante la historia de Cohete se cuentan las historias de los grupos delictivos de cada época, como los del Trío Tierno, una banda a la que el hermano de Cohete (Renato de Souza) pertenecía; y en la cual; un pequeño llamado Daditos (Douglas Silva) seguía sus pasos hasta convertirse en Zé Pequeño (Leandro Firmino), el dueño de Ciudad de Dios, haciendo el cambio de los asaltos al narcotráfico. A partir de ese momento la violencia y la guerra de bandas se apoderan de aquella ciudad que en lugar de ser de Dios, es olvidada por este.



En su tercer cinta Fernando Meirelles logra la madurez profesional y cuenta muy bien una historia que sigue sin ser ajena al presente. Con un guión de Bráulio Mantovani basado en la novela homónima de Paulo Lins se muestran a una serie de personajes bien representados, con su complejidad y su psicología, y una historia interesante y con una violencia muy justificada. Meirelles, caracterizado por mostrar la realidad sin importar la crudeza crea una cinta impresionante, carente de errores y que emplea muy bien los recursos narrativos y técnicos. Además es de reconocer la gran labor de dirección de los actores, pues muchos de ellos eran de la misma Ciudad de Dios.
Como dije antes, el cast no da nada que desear y destacan Leandro Firmino, Alexandre Rodrigues, Phellipe Haagensen y Seu Jorge, en quienes recae la gran carga emotiva del filme.
La música compuesta por piezas originales y adicionales es una gran mezcla para mostrar por medio de los sonidos la cultura de Brasil, con su ritmo tropical, su alegría y sabor comparada con la violencia y devastación mostrada en la cinta.
La dirección de fotografía de César Charlone es también muy buena, no para de moverse, siguiendo el estilo semidocumentalista plasmado en la cinta, además que los colores amarillezcos le dan más ambiente sudamericano a la cinta.
Los demás aspectos técnicos son también muy buenos, recreando 3 décadas de violencia en un Brasil marginado.
Definitivamente todo el público debe verla, una de las mejores cintas de Brasil, y es una Nueva Maravilla del Cine.

Calificación

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