viernes, 11 de diciembre de 2009

Secreto de Estado: Trepidante thriller francés.


Película: Secreto de Estado (Secret Défense, Francia, 2008)
Director: Philippe Haïm
Actores: Vahina Giocante, Gérard Lanvin, Nicolas Duvauchelle, Simon Abkarian, Rachida Brakni, Aurélien Wiik.

Crítica: Es una cinta interesante, con un gran ritmo y una gran manifestación del cine de acción francés, muy al estilo de Bond o de Bourne, sólo que con menos censura.

La cinta narra las historias de Diane (Vahina Giocante), una prostituta que es forzada a enlistarse en el servicio secreto francés para evitar que se conozca su otra identidad; y Pierre (Nicolas Duvauchelle), un hombre que estando en prisión es convencido por unos árabes a formar parte de un grupo terrorista. Cuando se conoce por parte del servicio francés, que un grupo terrorista árabe pretende cometer un atentado terrorista en Paris, las historias de Diane y Pierre se entrelazarán a llegar a puntos en que la ética de los personajes es puesta a prueba, como clave en esta cinta esta la frase: Un agente no es un ser humano, es un arma.

Haïm crea de manera interesante una historia de tintes hollywoodescos (sobre todo en el aspecto técnico) alejándose por el punto moral y sexual tratado en la cinta, logra evitar enfado y mostrar pistas y datos que son bien completados al final de la cinta, dejando con buen sabor de boca al espectador mostrando un mundo lleno de manipulación y desconfianza, además de no enaltecer al gobierno francés o al terrorismo árabe, dejando un punto neutral ante las situaciones y fijándose más en la psicología de Diane y Pierre.




Las actuaciones son buenas con personajes fuertes, aunque con ciertos clichés sobre todo Vahina Giocante, quien recrea un James Bond en mujer; y Simon Abkarian, quien también parece villano de cintas de 007 (Tomemos en cuenta que interpretó a Alex Dimitrios, uno de los villanos de Casino Royale en 2006), pero en cuanto a interpretación lo hacen bien, es la clara evidencia del efecto que han provocado estas cintas en las cintas de espías actuales.

La fotografía de Jérôme Alméras al parecer no tiene estilo, pues en otras cintas, como El Cuarto de los Muertos tiene un estilo parecido a El Silencio de los Inocentes y en esta parecidas a las de James Bond (sobre todo a las últimas dos), aunque si sabe cómo usar las cámaras para lograr ese efecto.

La música de Alexandre Azaria es efectiva en la cinta pues es del estilo de películas de acción (también ha compuesto la música de cintas como El Transportador 2 y 3) y podría llamársele el Hans Zimmer francés.

Concluyendo una película técnicamente Hollywoodense con temática europea, es una película con entretenimiento de calidad.

Calificación:


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